Quién es quién: Antonio Morales, director de Operaciones de Vitalia

En Vitalia creemos que las personas son lo más importante. Por eso, queremos que conozcas a los profesionales que trabajan con nosotros.

Ellos son los encargados de cuidar de nuestros usuarios y de ofrecerles la mejor atención posible, los profesionales de Vitalia son personas cualificadas y con experiencia en el sector de la atención a las personas mayores y dependientes.

Están formados en diferentes disciplinas, como enfermería, psicología, fisioterapia, terapia ocupacional… y su objetivo es ofrecer una atención integral y personalizada a nuestros usuarios, que se basa en los siguientes principios:

  • Calidad: Ofrecemos una atención de calidad, basada en las últimas técnicas y conocimientos.
  • Cercanía: Los profesionales de Vitalia se preocupan por nuestros usuarios y trabajan para crear un ambiente familiar y acogedor.
  • Respeto: Tratamos a nuestros usuarios con respeto, valorando su individualidad y sus necesidades.

¿Cómo conocer a los profesionales de Vitalia? Puedes conocer a los profesionales de Vitalia a través de esta sección. Aquí encontrarás información sobre su formación, su experiencia y su compromiso con nuestro trabajo.

También puedes conocerlos de primera mano visitando uno de nuestros centros. Los profesionales estarán encantados de responder a tus preguntas y de contarte más sobre su trabajo.

Gracias a los profesionales de Vitalia Los profesionales de Vitalia son la clave de nuestro éxito. Gracias a su dedicación y su compromiso, podemos ofrecer una atención de calidad a nuestros usuarios.

Agradecemos su trabajo y su esfuerzo.

Hoy conocemos Antonio Morales, director de Operaciones de Vitalia:

«Los centros residenciales pueden dar mucho más soporte al entorno, deben ser una plataforma de servicios al barrio»

1. ¿A qué hora suena tu despertador?

A las 6,30h, aunque la verdad es que soy de dormir muy poco y casi celebro los días que consigo despertarme por el sonido del despertador, que son muy pocos.

2. ¿Cuál es tu principal objetivo como Director de Operaciones de Vitalia?

La obsesión por la Calidad del servicio, esto es lo que ocupa el 90% de mi preocupación y mi dedicación en Vitalia. La integración de todos los centros en un modelo de referencia de atención como es el de “Casas para vivir, con Jardín”, es de suma importancia para mí, sobre todo porque define el buen hacer de nuestros profesionales, porque proporciona la excelencia de los cuidados y porque garantiza el éxito de nuestro servicio a nuestros mayores y sus familiares.

3. ¿Qué cosa o circunstancia podría hacer que no consiguieras ese objetivo marcado?

Confío mucho en que podamos lograr nuestros objetivos, al menos en la capacidad de nuestra empresa en seguir avanzando en este innovador modelo en el que estamos comprometidos. Porque el objetivo de Calidad no tiene un final, sino que es un proceso de mejora continua. Para ello tenemos unos pilares muy bien asentados en nuestra organización que permiten avanzar día a día en este proceso de calidad. Me siento feliz porque puedo comprobar como en Vitalia cumplimos con nuestros compromisos de cuidados que son de una calidad exquisita, sobre todo porque tenemos una organización con un valor humano incalculable, nuestro equipo humano es excepcional.

4. ¿Qué te gustaría ser si no fueras Director de Operaciones de Vitalia?

No concibo hacer otra cosa ahora mismo, me gustaría seguir trabajando con estos excelentes equipos. En todo caso, me vería trabajando en cualquier organización que me permitiera la oportunidad de tratar con personas y equipos de trabajo; no me imagino a mí mismo en una trabajo burocrático y rutinario.

5. Ley de Dependencia, ¿Cambiarías cosas o harías una nueva?

Creo que es una ley de vital importancia y precisamente por eso, antes de cambiar nada lo que creo es que hay que cumplirla. Y no percibo que, en los planes de acción de nuestros gobiernos, la Ley de la Dependencia sea tratada con la importancia que debería darse a una ley tan fundamental. Se pueden y deben hacer muchos más esfuerzos para darle la importancia que realmente tiene. Primero dotarla de más presupuesto y agilizar sus procedimientos, acortar los plazos de tramitación y resolución de las solicitudes, acabar con las listas de espera allí donde existen, y después será el momento de pensar en modificarla o moldearla a las exigencias reales de la sociedad; porque una Ley que protege y vela por las personas con dependencia tiene que ir con los tiempos y las necesidades reales.

6. ¿Sigue España ofreciendo oportunidad de crecimiento empresarial en el sector geroasistencial?

Por supuesto que sí, tenemos un futuro con muchísimos retos por afrontar, tanto en calidad como en cantidad. Una sociedad como la que vivimos, y las perspectivas de futuro, plantea retos de atención que van a seguir exigiendo respuestas tanto por parte de los gobiernos y de las administraciones, como por parte del sector empresarial.

7. ¿Cómo ves hoy el sector residencial en España?

Veo que estamos en un momento clave. Porque afrontamos un futuro muy exigente y debemos ser valientes para adaptar nuestro sector a las necesidades. Es el momento de dotar el sector de modelos de trabajo viables, humanos, profesionales y tecnológicos adaptados a las expectativas que realmente nosotros mismos, cada persona, nos hacemos sobre cómo nos gustaría que nos cuidasen en un centro residencial.

8. ¿Y cómo ves el sector residencial en España dentro de 10 años?

Sin ninguna duda en 10 años el sector habrá evolucionado en todas sus variantes para ser más eficaz, pero creo que debemos trazar un horizonte más amplio. Considero un error poner como referencia los cuidados de nuestros centros en un horizonte de 10 años, debemos trabajar hoy pensando en un objetivo no inferior a 20 años pues nuestra sociedad evoluciona más rápido y las expectativas son más ambiciosas. Debemos preparar nuestro sector y su cartera de servicios pensando que las personas podamos vivir el mayor tiempo posible en su propia casa, que es donde a todos nos gustaría vivir, y tengamos a nuestro alcance una plataforma de servicios que nos garanticen una calidad de vida en situaciones en las que necesitemos ser cuidados. Las residencias deberán adaptarse a estas exigencias y ser parte de estas plataformas de servicios en el entorno, residencias de barrio, con una oferta de servicios ambulatorios o domiciliarios. Y que cuando alguien tenga que irse a una residencia, porque los cuidados que necesita no se puedan seguir prestando en su propio domicilio, pueda vivir en ésta como en su propia casa, sin cambiar sus hábitos de vida.

9. Todo cambia, la población envejece… ¿Para qué debe el sector estar preparado?

Debe prepararse, sobre todo, para abordar dos cuestiones importantísimas: saber dar respuesta al volumen de la demanda que vamos a vivir, y tener la capacidad de ser flexible en distintos modelos de gestión de los cuidados. Los centros residenciales pueden dar mucho más soporte al entorno del que proporcionan actualmente, deben ser una plataforma de servicios al barrio, y con ello permitir que las personas puedan vivir más en su propia casa. Eso supone un cambio de mentalidad en cuanto considera como cosas diferentes los servicios domiciliarios y los servicios residenciales. Considero que el futuro de los servicios residenciales es formar parte de esa plataforma de servicios para el barrio, para las personas que quieren seguir viviendo en sus propios domicilios.

10. Faltan profesionales, ¿Cómo harías más atractivo el sector de la dependencia?

Si, sin duda que faltan profesionales; el sector está en crecimiento y las demandas de empleo son y van a seguir siendo muy elevadas, tanto en cantidad como en capacidad. Es algo que me preocupa. Cada vez tenemos más dificultades para captar profesionales cualificados, sobre todo en el ámbito sanitario. Existe como una especie de veto a que en este país pueda haber más titulaciones de enfermería que tanta falta hacen.

Sin duda el sector tiene que atraer a los profesionales por su calidad en los servicios que presta, por su capacidad de innovación y apostando por el carácter vocacional. Pero también es importante poner en valor el servicio, primero por parte de las administraciones públicas, no puede ser que equiparemos el precio de un día en un centro residencial de una persona que necesita cuidados especiales con el precio de un día de estacionamiento en un parking de un vehículo, esto es evidente, y a partir de ahí establecer una mejora salarial justa en el sector. Porque el prestigio de los y las profesionales del sector también pasa, sin duda, por su retribución

11. ¿Falta dinero o imaginación?

Creo que las dos cosas. Falta una dotación presupuestaria que haga frente a las necesidades reales y acorde con la importancia en la sociedad de atender a las personas en situación de dependencia. Son miles las personas desatendidas que mueren cada año sin disfrutar de su derecho fundamental y esto es algo impensable en otros derechos fundamentales como la sanidad. Por tanto, creo que falta cultura, falta convencernos de que el sector de dependencia no puede quedar cojo por partidas presupuestarias, hace falta mucha voluntad política para cambiar esto. Es verdad que podríamos hacerlo mejor con los recursos que tenemos, que debemos tener más imaginación para prestar servicios de calidad, pero esto está limitado también por falta de apoyo.

12. ¿Qué harías si fueras ministro/a de la Dependencia?

Eliminar burocracia, facilitar apoyo a los equipos de valoración para diagnosticar de una manera más rápida y eficaz y destinar una cartera de servicios que sea ágil y de respuesta a la demanda real. Haría también una campaña de visualización de los problemas de la dependencia en la sociedad, para concienciar a las personas de todas las generaciones de que la necesidad de cuidados por encontrarse en situaciones de dependencia, son situaciones que nos pueden afectar a todos y todas, bien a nosotros mismos o a nuestros familiares más director; estoy convencido de que, si toda la sociedad lo viera así, se pondrían en valor los servicios que prestamos.

13. ¿Qué te da miedo del futuro?

A nivel social, que la sociedad se deshumanice y abandone a las personas que en determinados momentos de su vida necesiten cuidados.

A nivel personal, el único miedo es no haber dado el 100% en el cumplimiento de mis obligaciones y convicciones.

14. ¿Qué has aprendido de la pandemia del coronavirus?

Muchísimo. Sobre todo, que tenemos un sector con vocación de servicio, que tenemos unos profesionales muy valientes y competentes. Y que nos necesitamos, que la sociedad necesita nuestro sector y que la coordinación y la colaboración entre los servicios sanitarios y sociales es fundamental para ambas, así como también la colaboración público-privada.

15. Si inventaras un robot… ¿Qué haría este robot?

Cualquier tarea que permita a las personas vivir con mayor autonomía, superando o compensando sus limitaciones. Pero lo que nunca haría es que un robot substituya la calidad y calidez del trato en el cuidado o en las relaciones personales.

16. ¿Cómo te imaginas y dónde a los 90 años?

En mi casa, con mi familia y amigos, disfrutando de mi vida. Y si, por circunstancias, no pudiera vivir en mi propia casa, quiero imaginarme en un lugar donde pueda vivir como en casa, manteniendo mis decisiones y mis relaciones familiares y de amistad

17. ¿Algún comentario que quiera añadir?

Que debemos pensar en modelos de gestión de servicios que permitan que los usuarios de los mismos sean los auténticos protagonistas de estos, que permitan que ellos mismos sean parte activa del diseño de sus propios cuidados y de esta manera consigamos modelos flexibles a las distintas personas para afrontar las necesidades de futuro.

 

Puedes leer la entrevista en https://dependencia.info/noticia/6489/quien-es-quien/antonio-morales:-los-centros-residenciales-pueden-dar-mucho-mas-soporte-al-entorno-deben-ser-una-plataforma-de-servicios-al-barrio.html